Síndrome de ojo seco: tus ojos necesitan todas las lágrimas

El síndrome de ojo seco es una afección muy frecuente que, cuando se identifica y trata correctamente, no representa ningún riesgo para la salud visual. Sin embargo, es importante estar atentos a los síntomas para evitar complicaciones y que se afecte tu calidad de vida.

 

Las lágrimas cumplen una función mucho más importante que la de deslizarse por las mejillas en momentos de tristeza, o de una risa a carcajadas. Las lágrimas son las responsables de dar humedad a los ojos y, con cada parpadeo, brindan una capa de protección a la superficie ocular y la limpian de agentes externos contaminantes.

 

Cuando la producción de lágrimas del ojo disminuye, generalmente por factores asociados a la edad, se produce resequedad, inflamación y molestia. A esta situación se le conoce como síndrome de ojo seco, o en términos científicos, queratoconjunctivitis seca. Sus síntomas incluyen picazón, ardor, sensación arenosa, tirante o de cuerpo extraño en el ojo y, en ocasiones, sensibilidad a la luz. En casos más avanzados puede experimentarse dolor agudo, tensión, cansancio ocular y visión borrosa.

 

La sensación de ojo seco también puede presentarse de manera esporádica, por ejemplo, al viajar en avión o pasar demasiado tiempo en ambientes cerrados y climatizados con aire acondicionado. El ojo seco puede afectar a quienes practican deportes sin el uso de protección ocular, por ejemplo, los ciclistas que no llevan lentes de bloqueo para el viento y la velocidad. Por último, las personas que por su trabajo deben pasar varias horas seguidas frente a pantallas de un computador, suelen padecer de ojo seco.

 

Los ojos secos son el resultado de una variedad de causas que alteran la película lagrimal sana. La película lagrimal tiene tres capas: lipídica, acuosa y mucínica. Esta combinación permite que los ojos permanezcan lubricados.  En caso de que una de estas capas padezca algún problema, lo más probable es que el resultado sea el síndrome de ojo seco.

 

 

La edad nos hace propensos a sufrir del ojo seco.

 

El síndrome de ojo seco se presenta como una condición más frecuente o crónica con los cambios hormonales relacionados con la edad, que reducen la producción de lágrimas. El ojo seco a veces puede ser causado o empeorado por una condición llamada meibomianitis, que cambia la película lagrimal normal. Otras causas a las que se atribuye la presencia del ojo seco están relacionadas con la patologías como el síndrome de Sjögren, enfermedades oculares alérgicas, la artritis reumatoide, el lupus, la esclerodermia, el déficit de vitamina A, entre otros. Así mismo, usar de manera periódica medicamentos antihistamínicos, descongestionantes, antidepresivos u hormonales, pueden contribuir a la disminución en la secreción de lágrimas. Cuando se hace recurrente, es común que se presenten pequeñas lesiones en la superficie de los ojos, en casos avanzados,

 

Otras complicaciones asociadas al ojo seco se relacionan con el riesgo de que se presenten infecciones oculares, pues las lágrimas protegen la superficie de los ojos contra los efectos nocivos de la contaminación. Adicionalmente, la presencia de este síndrome afecta la calidad de vida de las personas, pues les limita actividades cotidianas que normalmente disfrutan, como la lectura, la escritura, las actividades en la cocina o, incluso, ver televisión.

 

 El ojo seco es una condición que se puede resolver.

 

Existen diferentes tratamientos para combatir el síndrome de ojo seco. En la mayoría de los casos se recomiendan gotas que aumenten la producción de lágrimas, pero no te auto prescribas, acude con nuestros especialistas para determinar cuál es la mejor opción en tu caso. Nuestros oftalmólogos en Medellín de la Clínica de Oftalmología Sandiego pueden orientarte.

 

Lágrimas artificiales: las gotas que incrementan la humedad en los ojos son la primera recomendación para el síndrome del ojo seco. Sin embargo, son una solución temporal. Busca al especialista en oftalmología si la situación no mejora.

 

Tapones lagrimales: un oftalmólogo puede implantar tapones para bloquear los agujeros lagrimales en las orillas de tus ojos, de manera que se evita la resequedad. Este es un procedimiento reversible aunque en algunos casos, dependiendo de la severidad, se puede aplicar como una solución permanente. Siempre debes acudir a la consulta con un profesional para identificar si en tu caso esta es la mejor opción. Pulsa aquí para solicitar una cita, con uno de nuestros especialistas.

 

Medicamentos: el componente médico más común para el síndrome del ojo seco es un antiinflamatorio llamado ciclosporina que aumenta la cantidad de lágrimas producidas por el ojo. Para casos más graves, el especialista puede ordenar gotas con corticosteroides por algún tiempo. Cuando la presencia de ojo seco se deriva del uso de otros medicamentos, el especialista puede determinar sustituir alguno de ellos.

 

Cirugía: Se trata de una intervención sencilla que produce una especie de bloqueo permanentemente en los lagrimales para permitir que los ojos mantengan una cantidad de lágrimas adecuada. El oftalmólogo determinará mediante algunas sencillas pruebas si la vía quirúrgica es la más conveniente.

 

Si sufres alguno de los síntomas asociados al síndrome de ojo seco, no dejes de consultar con uno de nuestros especialistas. En la Clínica de Oftalmología Sandiego contamos con una unidad especializada en el tratamiento de ojo seco, en la cual, con la mejor tecnología ofrecemos atención integral para la salud visual tuya y de tu familia. Los problemas de visión son nuestra prioridad y queremos orientar todas las decisiones que tomes cuando se trata del cuidado de tus ojos.

 

⎯⎯ Regresar a Blogs